poetaovallino

Al loro Tricahue de Río Hurtado

Te oyó cantar la roca y el ombligo,

de aquel espacio de tierra bien urdida,

la que escondío los árboles en piedras y hendiduras,

para que tu redonda lengua no alcanzase.

¡Hoy te he visto!, escuché tu palabra y colorido,

aplasté mi mirada en tu follaje,

para encontrar tu figura envejecida,

y asi emplumar de belleza estos ojos campesinos.

Qué reclamas, qué insinuas con tu canto,

Tricahue de sol, de greda y de naranjos,

Deja que los niños velen tu espacio

y el anciano duerma esperando

el llanto inconfundible de los troncos,

de la tola y el sarmiento blando.

Ave de hojas, ave de otoños y amarillos

baja gritando del cielo Río hurtadino,

a tornear carozos, a dudar destinos,

a peinar nogales, a cosechar espinos.

                                              Bugues.