Cosas maravillosas y flor en ramo,
una tarde de primavera con amor,
son el equipaje que tengo planeado
cuando en el cielo nos salude el sol.
Cabalgando el arco iris a escondidas
se balanceará mi boca por alcanzar
sobre su lomo el destino de tu vida
para que los besos dados sean más.
Por belleza natural devota de calor
con el deseo que me inviste tu canto
la misma ha de seguir dando tenor
en los momentos que pase a tu lado.
Compendio goloso del alma sentida,
una nube de caramelos para terminar;
no habrá otro sabor de miel derretida
como el sabido de tu pasión al amar.
Vito Angeli