Me siento hueco,
como un día sin palabras,
dentro del nido de la nada,
y cobijado con el vacío
de la muerte.
Soy un pesado de saco carne,
que deambula,
por los campanarios del deceso,
donde solo encuentro soledades
desiertos
y oquedades.
Sólo tengo un amigo
y lo siento ausente
y por más que lo llamo
mas lejos se me va la muerte.
Cuando me acuesto,
la locura de mi vida,
se me revuelve
y quiero llorar mi soledad
y no puedo
y a gritos silentes
llamo desesperadamente,
a la muerte.
Para que,
vive un hombre,
que se siente difunto
y que solo respira,
porque es costumbre,
como un tic convencional,
y come por instinto
y vive,
porque algo me retiene.
Soy un vacío dentro nada.
que se encuentra ausente.
.estoy sólo,
es esta hora sin bordes,
sentado sobre mi sombra,
desplumándome la vida,
sintiéndome cenizas,
en vida,
y en el ultimo capitulo de mi existencia,
repetida tantas veces.