Diaz Valero Alejandro José

Una carta rota

Soy una pobre y maltrecha  carta

que yace abandonada en un rincón,

mi mensaje fue desesperanza

y azotó muy fuerte un corazón.

 

Con mucha rabia, fui escrita,

y con rabia también fui leída;

no tengo palabras bonitas,

sólo el odio en mí anida.

 

Hoy soy una carta rota

que  finalmente olvidada,

sufre como cualquier otra

sin tener culpa de nada.

 

Las lágrimas mojaron mi papel

mientras unas manos me desgarraban,

lamento haber sido tan cruel

con aquellos ojos que me miraban.

 

Quiero volver a mi escribiente

a ver si me hace un gran borrón…

y me escribe de nuevo, más sonriente

para así convertirme en carta de amor.

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