Enséñame a no desear tu boca de esta manera loca,
A que mis noches sean más cortas
A que mis manos no busquen las tuyas.
Dime cómo me acostumbro a tu ausencia.
Dime ángel mío cómo logras
si tanto me amas no tenerme cerca,
no compartir tus horas, proyectos y vida?
Enséñame a ser paciente.
Ahuyenta mis temore. Alimenta la esperanza
que anida en mi alma de compartir mi vida, mis sueños,
mis penas y alegrías.
Muéstrame que en verdad me amas
Que no son sólo tus palabras las que endulzan mis oídos.
Que tus deseos son iguales a los míos
Que hay mucho más que pasión entre nosotros.
Enséñame el camino donde habita tu corazón,
ese lugar preciso donde pierdo la razón,
y al que yo llamo “Mi paraíso”...