Andres Zaabat

Indecible

Llevo todo el tiempo

tratando de decirte ese algo

que no he podido decirte,

y seguro es

que siempre estaré intentando decírtelo

aunque nunca fuera suficiente para podértelo decir.

 

Pero es eso, viejo amigo,

precisamente eso,

lo mismo, lo de siempre.

La busqueda incansable

de un misterio irrevelable.

El alma que busca abrigo,

la conciencia queriendo ser,

prisioneros en un cuerpo

que siempre fue perdido.

¿Será cierto?

 

¡Pretenciosos!

Que no somos

más que la necesidad de siempre

querer decirlo.

Sólo eso,

precisamente eso.

¿No es eso buscar a dios?

 

Y volveremos siempre,

nombrados locos,

poetas o cínicos.

Y acaso tendrán razón

al vernos volver frustrados

sin respuesta en los bolsillos.

 

Pero nadie sabrá

que en las manos del Poeta

la ausencia del misterio

fue revelada.

-El costo por saberlo -dijo la verdad-

será la impotencia de ser nombrada.

Poder para tu dicha,

condena para tu alma.