Qué culpa pudiste tener vos,
pequeño chiquilín de alas cortadas…
Por aquí te esperarán las calles angustiadas,
en vano, en vano tus amigos de guardapolvos blancos,
mirarán hacia la esquina a ver si vienes...
hasta aquel escarabajo del camino
te esperará, aunque él lo niegue,
para hacerte compañía allá en la escuela.
Pero hay un cielo y en él tu sonrisa resplandece,
chiquilín, qué culpa pudiste tener vos.
Ahora, sólo lágrimas sin consuelo, inacabables,
de mamá y papá, de otras madres y otros padres,
del Lincoln entristecido en pampa verde,
de un país que no comprende…
¿Y sabés qué? Este abuelo te ha llorado,
como lloró por Candela… y qué se yo…
no se puede entender a algunas bestias.
Qué culpa pudiste tener vos,
pequeño gorrión ya sin su vuelo…
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De lanación.com: "En medio de un inmenso dolor, despiden a Tomás Dameno Santillán
Los restos del chico asesinado en Lincoln son velados en un pueblo cercano; la autopsia reveló que lo mataron inmediatamente después de haber desaparecido"
(Tomás tenía sólo 9 añitos)