Hoy muchos miden la amistad,
el amor, las relaciones y demás
y no es por el grado de lealtad
ni por la capacidad de soportar dilemas.
Sino que usan como patrón de medida
lo que otros son capaces de brindarnos,
si son capaces de darnos hasta la vida,
o si son capaces de llegar a amarnos.
Frases típicas son “cuanto me llena esa persona”,
“lo bien que me siento cuando estoy con ella”,
“a su lado me siento feliz”, “de mi corazón, eres ladrona”
o “junto a el, todo brilla, la vida es mas bella”.
Un amigo tiene que estar siempre a nuestro lado
en los malos momentos, permanecer cual soldado
nos tiene que alegrar el día, sacarnos una sonrisa
o hasta en los días tristes, provocarnos una risa.
Eres mi amigo, si estas conmigo
eres mi pareja, si no te alejas,
eres mi compañía, sea noche o día,
eres mi tesoro, vales incluso mas que el oro.
Disculpen si les caigo mal, pero es mi punto de vista,
enfocar una relación desde ese lado, me parece egoísta,
va destinado a sufrir y a cansar a los participantes;
pues nadie es perfecto, ni permanece como eterno amante.
Pero mas equivocado es incluso pensar
que es obligación de uno, de un solo lado;
pues el sacrificio que somos capaces de dar
no es, siquiera igual al, por nosotros, esperado.
Si quieres ser amigo, se leal a quien está contigo,
perdona incluso la mayor ofensa, y permanece, fiel amigo.
Pues no pidas mas del otro, de lo que estas dispuesto a dar,
pues hay solo una manera de cambiar el mundo … es aprendiendo a amar.