y entre aquellas olas fugitivas,
te alejabas…
el viento deshojaba,
la rosa tan querida,
entre mis manos contenida
en vano forcejeaba…
los pétalos volaban
tras tus huellas
y con ellos mi sonrisa.
ANMAR
Siempre enamorada, tus palabras
Ahondaban en mi alma al leerte
Tu amor un escudo un estandarte
Una flor, un poema, una ilusión.
Lo gritabas a los cuatro vientos
Y florecían rosas en las brisa
Que llevaba el aroma de tu voz.
Antonia (ANMAR) mujer enamorada
Supiste darle a tu hombre
El néctar más dulce de tu corazón en flor.
Hoy estas bañada de lágrimas
Tu mirada quizás fija en el ayer.
Lo amaste, lo amas tan intensamente
Que la nada nunca a tu amor llegará.
Tal vez en este momento amiga
Desde ese sitio que Dios le preparó
Estará pronunciando tu nombre
Y acariciando tus cabellos y leyéndote
El más bello poema que tal vez te dedicó.
Goza de su recuerdo una, diez, cien, mil veces
Eso te unirá eternamente a él.
Agradécele al destino
El haberlo puesto en tu camino
Porque tu corazón lo amó.
Conserva su perfume viril en tus sentidos
Y nunca más le dirás adiós.