Elisa come hortalizas
para verse delgada,
y Luisa come a prisa
carnes, quesos y tostadas.
Luisa y Elisa se abrazan
pesándose juntas a la vez
y el peso, de la pobre balanza,
marcó directo ochenta y tres.
Así juntas como usted las ve
es difícil darse cuenta,
que una pesa veintitrés
y la otra, pesa sesenta.
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