MIRIAM RINCON U.

ESTOY CONTIGO, ANMAR, AMIGA QUERIDA

 

Negros crespones  cubren tu cabeza

hoy el olor de nardos no se huele,

un dolor como lanza con destreza

se hundió en los lugares que más duele.

 

Teñida está la tarde de oscuros nubarrones

se palpa en el ambiente el olor de la parca,

llenando de tristeza a muchos corazones

fue arrastrando otra vida hasta su barca.

 

Presiento el dolor de esa querida hermana

que hoy contempla sus manos ya vacías,

de aquel calor que cual sol de la mañana

le daba el hombre que la hacía feliz días tras días.

 

¡Ay, ese corazón estrujado y desangrado

por no volver a sentir su voz en el entorno,

mientras ella se queda en un campo desolado

él ha viajado sin boleto de retorno!

 

¡Hasta siempre poeta que el Eterno

un hermoso lugar te haya guardado,

María te cobije, con su amor materno,

y te mantengan por siempre a su lado!

 

A ti mi dulce Anmar querida amiga

con quien comparto a diario mis pesares,

quisiera arrancar la dolorosa espiga

que te causa ese dolor en los ijares.

 

Pero aquí estaré para abrigarte

aunque algunos crean que es jactancia,

pues si de alma deseo desde lejos ayudarte

nada puede impedirlo pues no creo en la distancia.

 

 

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MIRIAM RINCON URDANETA