AdelaVila

Carta a Francisco Lezcano Lezcano

¡Maestro!, ¿cómo estás?

Mañana, ¡vuelta a empezar!, miedo me da.

Es curioso, desde un país extranjero…

se huele el recelo, el desencanto,

las intenciones… de los que, socialmente,

a bien con todos quieren quedar.

 

Por cierto, a veces, vergüenza me da

la imagen actual de la nación

que me vio alumbrar.

 

Dato curioso, me preguntan,

¿ésos, vuestros shows televisivos

se retransmiten por todo el país?

Mejor callo, esbozo una educada mueca

entre sonrisa y asombro.

La prudencia, más que una virtud,

se ha convertido en condolencia.

 

Dato empírico, la crisis impera por Europa;

campea, a sus anchas, el desconcierto.

Un pastel demasiado pequeño

para tanta boca hambrienta, ¿verdad?

¡Ay, los engaños mundanos,

qué mal sabor de boca dejan! ¿A gusanos?

 

Contados saben de nuestra Gran Canaria querida.

Dudan, ¿es francesa, es andina?

Y me pregunto, ¿por qué el farragoso destino

quiso que fuera apéndice olvidado

de un ente momificado?

Seamos pues, península de sevillanas y toros.

 

Por cierto, de nuevo, andaremos estigmatizados,

con tanto tradicionalismo endiosado,

fábrica tediosa del falso dedo Divino,

¡apuntalando! Espada de Damocles.

¿Nos comerán vivos a los rojos,

las hordas derechonas?

 

No hay mucha diferencia

de aquella… tu otrora hora.

A algunos, ya prevenidos, nos pilla lejos.

 

Leo, ¡un delfín vara en la costa!

Y me pregunto, ¿a qué político le importa?

¡No hay voto! No es de nadie.

 

Sí, ya sé… ¡es día de reflexión electoral!

Más no es óbice para apoltronarse en el salón.

Repasaré la legislación del rey Solón...

 

Maestro, tú como siempre,

tan prudente y comedido.

Los años te han recubierto

de un mística aura planetaria…

¿Seguimos trabajando en el sueño del mañana?

 

El gobierno actual,

nos ha abierto en canal,

se me ocurre, cual fiesta del cordero, ¡Eid al Adha!

 

¿Y qué me dices de aquellos

que con jugosa nómina cuentan ya?

petulancias, arrogancias políticas.

 

Nunca hicimos de profetas los poetas ¿verdad?

Pero aquellos que dicen ahora…

cuando entren en el poder…

¡Sabemos que parchearán!

Esta crisis, va más allá… Ya me dirás.

 

Por cierto, el artículo de Tristán Pimienta, ¡es espectacular!

Ya ves, estoy… ¡sin estar!

Más te escribo, entremezclando el sentimiento

de derrota y alivio,

aderezado de bella esperanza.

 

Maestro, ¡hasta dentro de otro ratito!

Y como siempre, un besote a Isabel.