Llovía esa tarde, cada gota haciendo eco llamando a la primavera
El piano componía su melodía,
Melancólica y nostálgica,
Triste y romántica,
Indulgente y apacible,
Entretanto, llovía.
Llovía, porque la tierra estaba seca,
Porque las flores se marchitaban,
Llovía, simplemente, porque tenia ganas de llover,
Entretanto, yo te extrañaba.
Sí, te extrañaba esa tarde,
Porque las gotas doradas me hacían recordarte,
Recordar tus cabellos largos, tus ojos claros
Tus manos blancas, tus mejillas suaves.
Y seguía lloviendo, En mi alma, en mi pensamiento,
Mientras buscaba una palabra para conseguir otra tuya
Mientras te dibujaba, para así tenerte,
Solo en mi pensamiento, solo eso me ha de bastar,
Llovía, porque te pensaba, y te buscaba,
Y te encontré allí, en cada gota de plata,
Quise contártelo, susurrártelo al oído,
Escribirlo en tu piel, con mis manos, con mis labios,
Sin embargo, no encontré las palabras,
Y resolví no escribirte nada,
Entretanto, yo te extrañaba.