En cada rincón de la conciencia,
dormida que no vencida,
busca la esperanza su momento;
su tiempo: su ahora.
Su prisa, lenta agonía,
esperando en su mar en calma.
Silencios que pasean quebrando
la quietud de las hojas caídas
en las veredas del ayer;
dibujando estelas sin pasado ni futuro,
llegando a ningún lugar…
estando sin llegar estar.
Son los momentos sin dueños,
los ojos cerrados tras el último paisaje;
la postura imposible
en el gesto desconocido;
es el verbo que inventa el nuevo día
sin saber que perdió su aurora.
Es la respuesta que se busca
y no se encuentra;
la caricia perdida
en la mejilla desdibujada por el tiempo;
es la palabra callada en el sueño eterno;
es la grandeza olvidada
en el rincón de tu conciencia.
(Jpellicer)