Jesús Lantigua

SOBRE EL PUENTE

 

Las nubes llegan cabalgando

 

a la bahía.

 

Entre el puente y el río

 

aúlla la ventisca.

 

La mañana viste trajes nocturnales,

 

velos de olores salobres

 

y gaviotas perdidas.

 

Hay quienes escapan al viento;

 

otros, como yo, abrazan la lluvia.

 

Me quedo apoyado en la baranda,

 

tras los peces y el oleaje,

 

sobre un pedazo de historia

 

que a mis pies, furtivo,

 

echa a andar todos los días.

 

Soñando otras épocas,

 

pletóricas de sentimientos vanos

 

y cuitas celestiales,

 

escenas aquellas del mismo puente,

 

se me estremece el alma.

 

Mientras, a mi alrededor,

 

de manera cruenta,

 

palpando mis sueños,

 

el agua toda se vuelve tormenta.