ALVARO J. MARQUEZ

TU MEJOR PARTE

   La verdad es que puedo considerarme afortunado, cualquier hombre por tenerte se sentiría así, pero la suerte mía va más allá, porque no es que sólo te tengo, es que tengo de ti la mejor parte, tu lado humano, tu lado de hembra, de mujer... Quienes te conocen no saben eso de la manera en que lo sé yo, porque he tenido la oportunidad de ver tus adentros de cerca, he podido explorar tu alma y por eso sé de lo que hablo, las dimensiones de mi suerte son enormes desde que tú estás en mi vida.


   Puedo amarte cuando ríes sabiendo que en tu risa hay luz y que es la que me guía en mis momentos de penumbra. Amarte cuando lloras es un privilegio porque hasta llorando te ves hermosa y cada lágrima parece un diamante que me habla de la riqueza que abunda dentro de ti. Te amo cuando duermes porque por sólo verte estoy viendo un sueño y te amo cuando despiertas, porque no amanece cuando sale el sol sino cuando alguien como tú, abre sus ojos.

 

   Digo que te amo y sonrío porque es verdad. ¡Te amo! Desde que estás en mi vida, el libro de mi historia sólo tiene páginas doradas. Es cierto que de vez en cuando se nos atraviesa alguna tristeza, pero precisamente, un pequeño punto en el cielo particular de nosotros, es lo que nos hace pensar en lo inmensamente grande que es nuestro universo íntimo, ése donde orbita nuestro amor.

 

   Puedo decirlo con propiedad, tengo tu mejor parte, aquella que hace de ti una mujer única, una hembra maravillosa, escribiría mil poemas por sólo saber que existes a la distancia, por sentirme dueño absoluto de tu esencia, soy feliz acariciando tu piel como si fuera el más sagrado ritual, besando tus manos y enredando mis dedos en tus cabellos. Quiero besar hasta tus pensamientos, respirar y saber que respiramos el mismo aire y sobre todo deseo vivir, porque al tenerte, tengo la vida. Soy feliz, te amo y tengo lo mejor de ti, tu mejor parte... tu esencia, tu alma. ¿Para qué quiero más?