Soy el aire que roza tu piel
trayéndote mi recuerdo
como un torbellino impetuoso,
tratando de escapar por mil recodos
en tu frenética carrera perecerá
tu orgullo y tu rencor.
Soy tu perenne dolor
mas no podrás desecharme
y mi sombra de pasión
acudirá en momentos de inmensa soledad.
Soy tu condena eterna,
soy tus cadenas, soy tu prisión,
soy tu perenne dolor,
soy esa llama que no podrás apagar.
Porque aunque no quieras
siempre viviré en tu corazón,
porque aunque no quieras
seré el amor que nunca olvidaras.