Siempre llego a la misma hora, el mismo café,
espero que vengas con esa sonrisa tan tuya,
hablamos largamente, la mañana se hace corta,
a ti todo te parece gracioso, te diviertes,
yo te miro y te encuetro tan hermosas,
como aquel día de amor, de fe
donde el altar cubierto de rosas
convirtió la vida en el río de ilusiones
donde la música celestial de las mariposas
unieron para siempre dos corazones.
Canto laudes a todo al universo
por el amor en tus ojos,
por tus sueños al lado de los míos,
por tus manos cariñosas, sensuales
por el correr de los dos niños,
que llevan tu alma en las venas
por tu apoyo en momentos cruciales
por vivir siempre conmigo...
Sé que me amas, me lo dijo un lucero
el que iluminó aquella noche de amor en el cielo,
de luces que giraron infinitas
entre los besos de los amantes eternos
que nacieron para decir al oído "te quiero"
como dos lunas llenas que se miran,
como dos partes de una misma flor,
acariciando locamente sus pétalos
desojandose con ternura y amor.