Podrán taparme los oídos, podrán hacer el mundo enloquecer. Podrán hacer los más grandes ruídos, pero te escucharé mujer. Aunque esté en otro mundo, y yo no te pueda tener. Sabré que en lo más profundo, te escucharé mujer. Si mil voces te intentan callar, si la interrupción se ha de interponer. La realidad los hará calmar, porque te escucharé mujer. Nadie podrá matar, nadie podrá deshacer. Que por la eternidad te habré de amar, mi esperanza, mi amanecer. El mundo morirá de intriga, porque nunca lo han de saber. Como ahora y siempre querida, yo... te escucharé mujer.