Mi noche es una noche sin estrellas,
sin luna, sin luceros y sin astros;
sólo a veces irrumpe en su negrura,
el tenue resplandor de un fuego fatuo...
Mi soledad tiene algo de desierto,
en pos de un espejismo muy lejano,
donde en vez de la flor de mi deseo,
encuentro las espinas de los cardos...
El silencio infinito que me aturde,
de improviso en el alma me ha estallado;
sin un sólo rumor, sin un murmullo,
con el mudo latir de un camposanto...
Mi jardín ha perdido sus colores,
de pronto se ha teñido de gris pálido,
y todos los perfumes de sus flores,
por un viento glacial se han disipado...
Si me falta la luz de tu mirada,
si no tengo la gloria de tus labios,
si debo despertar de madrugada,
sin sentir que tu cuerpo está a mi lado...
Si callan los arpegios de tu risa,
y el eco de tu voz está apagado;
si el mágico esplendor de tu belleza,
no me impregna en su aroma embalsamado...
Es que se derrumbado mi universo,
porque vivir sin tí, es un sueño vano;
Sin tu amor no hay destino en mi destino...
Sin tu amor mi existencia ha terminado...