¿Has visto alguna vez tu rostro reflejado en la luna?
¿Has notado como el mundo se detiene para mirar tu sonrisa?
No te das cuenta, que lo pálido vuelve a la vida con tu presencia
Tú no te has detenido a mirarlo, pero yo sí.
He notado el tono rojizo de tu pelo al sol
He admirado tu figura fina de colibrí
Cuando he tocado tu blanca piel de mármol
Tú no te has detenido a amarte, pero yo sí
Sueños son los que guardo con recelo
Sueños que se alimentan con tu imagen
Con tu voz y tú encanto
Sueños encerrados bajo llave, libres nunca serán.
¡Que dicha! Aquel que nunca ha amado
¡Que dicha! Él, el correspondido
Y que desgracia
Que mi amor se desperdicie en estas letras.