Poemas de verano
se deslizan en la tinta,
se escapan por mis manos,
van planeando con la brisa,
van llegando en racimos
florecidos en tus brazos,
llegan amplios y en colores
con ribetes en los trazos.
Poesías endulzadas
con caña de azúcar
de la tierra que te espera,
de los soles que te buscan,
de cerezas de mis lares
y también de yerba buena
que humea en un mate
de amistades siempre eternas.
Canciones que te cantan
cuanto quiero que me quieras,
cuanto quiero que lo sepas,
cuando quieras me contestas,
que no apuro las mareas
mientras me queden rimas
bullendo por mis dedos
en los versos que me inspiras.