Cuando no estás
la conciencia me persigue,
ella cree que te he alejado
y reprochándome, te consigue.
No es que no estás,
no hay tiempo que no te piense,
es que haces falta un poco más
quizás para eliminar
la soledad y el silente.
Es ausencia presente
de la que se contradice,
esa ausencia donde si estás
pero que el alma recrimina
porque el frío me fulmina
y tu presencia… me bendice.
Existe todo de ti
en lo que me rodea:
en un cuadro, esta silla,
el correr de la brisa
en lo que mire, en lo que sienta,
en lo apagado, en lo que brilla.
Cuando no estás, si estás
porque estoy en ti y en ti me pierdo,
vivo en tu alma, siento tu corazón…
Cuando no estás, también me llenas
porque no estás… y te recuerdo…
Alviz Neleb
Noviembre 22 de 2011
9:30 a.m. - Martes