Si usted supiera señora
como muero a cada instante,
porque es la razón motora
de este corazón amante.
Sé que finge lo indecible
y fenece su argumento,
pues este amor imposible
vive ya en su pensamiento.
Cada suspiro es un sueño
y sus sueños son tormentos,
porque sé que soy el dueño
de sus más bellos momentos.
No rehúya mas señora
este amor desinhibido,
regáleme usted la aurora
no se ahogue en lo fingido.
Las cadenas no nacieron
para ceñir sentimientos,
y por eso se fundieron
presa de mil sufrimientos.
Volque ya sus ilusiones
déjelas que se liberen,
no rompa dos corazones
que ellos saben lo que quieren.
No esconda más la verdad
deje que aflore primero,
no se ahogue en la ansiedad
usted sabe que la quiero.
El amor es como un foso
donde ha calado la pena,
por eso vivo el acoso
de amar a mujer ajena.
Que maldito mi destino
y de él no puedo alejarme,
pues es usted ese camino
del que no quiero apartarme.
Porque es el dantesco infierno
que vivo yo inmerecido,
que se ha vuelto más que eterno
y aún así es tan querido.
Señora, señora mía
usted se lleva mi alma,
ya que ha alterado mi calma
la inusitada alegría.
De saber que usted me ama
como la amo yo también,
y ese su falso desdén
enciende la inmensa llama.
Donde arde con delirio
este corazón amante,
en el impuesto martirio
por tenerla tan distante.
AB JORGE LUIS MURILLO ESTRADA
21-11-2011