Faltan muchas desgracias ajenas.
Un sinfín de pretextos de Harvard
un lenguaje anoréxico al alma
y una banca que preste más penas.
Falta mucha bulimia egoísta
mucho cáncer que habite las mentes
mucho rollo al despliegue fascista
o pastillas de odio que inventen.
Faltan cerdos aún que postulen
que su Dios de mercado está hambriento
y un sensor de papel que rotule
las muñecas de los que estén "muertos".
Falta gula que ver todavía
y lujuría leer en revistas
medio mundo gritando en la vía
y una bomba de ira que asista.
Falta mucho egoísmo del amo
mucho tonto cayendo en la trampa
y un billete feudal tan cristiano
que te ordene: ¡levántate y anda!.
Falta mucho "Señor" que te chingue
e inventada ilusión que te coja
y un montón de ataúdes fabriquen
los que hicieron que formes la cola.