-Tras tanto amor que te confié, tras tantos poemas que te dedique,
mi alma te entregue, me dijiste que me amabas,
y yo feliz me encontraba, de repente me dijiste “que no podías más”,
yo no lo comprendí, cual era la razón,
que había hecho mal, me destrozaste con simples palabras,
y un gran rencor hacia ti creaste, y mi corazón hiciste odiarte…
-Me hiciste odiar la vida misma, me hiciste cambiar,
hiciste que el odio me gobierne, y lo acepto,
pues son las consecuencias de mis actos
que vendrán, lo aceptare,
pues me ayuda a olvidar…
-Y a pesar de todo, no te logro olvidar, cada día en ti me quedo a pensar,
te recuerdo y empiezo a llorar, pues eres tan hermosa y
no lo negare, me duele más a la vez saber,
que obligado estoy a verte, día a día,
saber además que ya no me quieres,
y que solo un tiempo me utilizaste, que nunca me quisiste,
entonces te pregunto, ¿ porque me ilusionaste ?,
y duele aún mas saber que nunca me quisiste,
y por eso
“duele aceptarlo”…