Cuanto amor reflejaban tus ojos,
que sublime y serena tu mirada,
de mi vida tu eras el refugio,
al mirarme con tus ojos extasiada.
Sentía la grandeza de mi alma,
junto a ti no existia el dolor,
si a mi me embargaba la tristeza
las quitaba con cariño y con tu amor.
La ternura era parte de tu aliento,
la sonrisa tu eterna enamorada,
le plantabas cara al sufrimiento
con tu sentir de mujer confiada.
Al mirarte a los ojos sentia
el fluir de tu amor en sintonia
como si los dos fueramos uno
y tu alma se fundiera con la mia.
Al mirar a mis hijos con cariño,
parecias una virgen milagrosa,
y yo con mucho orgullo me decia,
esa es mi madre... la mas bondadosa.
Ángel Reyes