Quiero gritar
hasta que sangre mi garganta,
hasta destruir mis cuerdas vocales,
de rabia, quiero gritar!
Quiero gritar mil denuncias,
quiero aturdir al universo
y sacudir a todos los seres
que caminan por este suelo.
Quiero gritar por los niños que no nacieron
y por las madres que los mataron,
quiero gritar por el hambre inconcebible
y por los ancianos desamparados.
Quiero que estallen mis ojos
con mi grito de justicia,
de piedad y compasión
de aplastar tanta malicia.
Quiero gritar por los esclavos
del hombre y su soberbia,
de pasiones idiotas,
de la moda y la apariencia.
Quiero encenderme en un grito
aunque me consuma en llamas,
un grito que cachetée
a todas nuestras almas.
Gritar por los ultrajes
de todas las religiones,
de políticos corruptos
y sus sucias transacciones.
Quiero gritar por el abuso
de la vida y la inocencia,
por el cese de la tolerancia
y el aumento de la violencia.
Quiero gritar por esa mierda
que imponen los de arriba,
quiero romper toda frontera
que separe a una familia.
Quiero gritar por tanta muerte
que desgarra hoy mi alma,
que me salta cada lágrima
porque no puedo hacer nada.
Quiero gritar por tanta noche
en vez de tanto día,
quiero gritar porque el que mata
también es el que acaricia.
Quiero gritar porque ya no alcanza
ningún tipo de justicia!
quién devuelve una vida?
quién controla esta inmundicia?
Quiero gritar y que mis venas
revienten, ya no me importa,
que mi grito Dios lo escuche
borboteando por mi aorta.
Quiero gritar porque creo en el hombre
pero lo odio con tanta fuerza!
capaz de amar y de ser noble
y de las más atroces ocurrencias.
Quiero arrancarme el corazón
porque me avergüenzo de ser parte
de esta raza de asesinos
que los despojos se reparte.
Pero a la vez amo tanto
que no puedo concebir
lo que hoy ven mis ojos
tanto crimen, gente ruin.
Quiero gritar de impotencia,
de llanto contenido,
quiero poder gritar
que no todo está perdido.
Pero miro a este mundo
y de rabia hoy yo grito,
y los músculos se tensan,
a mi ira hoy me remito.
Y no puedo evitar pensar
si yo sería capaz de matar
y no puedo responderme,
y me asusta de verdad.
Por un hijo, por familia,
por justicia o un ideal,
no creo que yo pueda,
pero dudas quedarán.
Por eso entonces grito
y maldigo nuestra humanidad,
para amarnos esta Cristo,
yo no tengo santidad.