Un poema a mi puerto querido: Valparaíso: Patrimonio de la Humanidad
Brotaste desde las extrañas del universo
Marcaste tu sello en los que aquí nacieron
Fue el Padre Creador quien elevó tus cumbres
Para quedar por encima de las nubes y las estrellas
Valle del Paraíso es tu nombre
Y a sus cerros los poetas le declaman
Eres Fuente de inspiración para los que miran
Asomados desde los balcones en cada mañana
Desde niño trepaba y jugaba
Saltando de roca en roca
Tus cerros y quebradas
Como un animal cabrío
Sintiendo el aroma
De los orgullosos cardos
Con flores azules
Mostrando que hasta en
Sus espinas hay belleza divina
Y Para indicarme que ellos eran
los dueños
de las amaneceres de cada día
Florecían en primavera
Para embellecer las quebradas
Y cortados pasajes, de casas
donde la pobreza se enseñoreaba
Que rascaban el hambre entre calles y cañadas
Junto a mujeres hermosas que vendian su cuerpo
y hombres envilecidos que aprovechan sus lamentos
Me acostumbre a verte desde mi ventana
cada gota de las lluviosas mañanas
Empinada en la cima de cordillera
Mirando el ir y venir de tus navíos
O a la vecina Juana con sus 5 críos
Soy porteño
Nacido en la casa de mis abuelos
que me acogieron de niño
Y aunque un día me fui a otros mundos
Siempre te soñaba como un amor sufrido
Hoy te veo moderno con tus calles
Nuevecitas y que de niño
Me paseaba por tus pasajes y conventillos
Ellas siguen intactas en mis cerros
Con su viento que en las tardes aparece
para que jueguen felices sus volantines
que en septiembre engalanan la patria y la embellecen
He recorrido cada recodo de tus caminos,
conozco cada cicatriz de tu tierra
Valparaíso eres puerto que embriaga
Cuando brilla en las noches porteñas
y se siembra la tierra de estrellas
Valparaíso eres encanto que fascina
Con tus cerros y quebradas
En cada esquina.
Valparaíso eterno y madrugador
En cada cerro con su mirador.