Un día, tan sólo un día;
me gustaría...
tener tu mano entre mi mano,
que me sacara el alma,
que con ternura acariciara,
como acaricia el piano.
Un día, tan sólo un día;
que como cuerdas de la lira
me rasguñaran, muy suavemente
de arriba a abajo
y mucho más a los costados.
Un día, tan sólo un día;
cual como aquella fantasía...
no fuera cuerpo devastado,
fuera como todo lo que tocas
¡¡música, miel, aroma y teatro!!