Discúlpame que te hable en susurros,
aunque mi madre me ha dicho
que no es buena educación
hablar con cuchicheos.
Pero es que dije a todos mis amigos
que por un tiempo no estaría,
porque estoy escombrando
la casa de trebejos,
limpiando rincones,
y desprendiendo telarañas del techo.
Soplando sobre las cubiertas
de los estantes de libros,
Y sobre los libros,
que alguna vez abrí,
y de aquellos que
simplemente compré
por un hábito de coleccionar
lo que en otro tiempo
la suerte me negó.
Hablo bajito para que no se disgusten
mis amigos, no quiero ofender
susceptibilidades ni crear prejuicios.
De verdad,
la intención de resguardarme de su algarabía,
No ha sido por esconderme
de su amable compañía.
Es porque,
Tengo que limpiar mi habitación,
Retirando de entre lo que guardé por años,
lo que sirve y lo que no.
Y para eso es necesario el silencio,
para estar bien concentrado
en la tarea sin cometer el error
de desechar lo que aun funciona,
y guardar lo que es inútil, obsoleto.
O francamente un desperdicio putrefacto.
Hay pétalos de rosa ajados y escondidos
entre las páginas de libros de sabiduría,
que si bien perdieron su perfume
y están muertos, pero
son el bello recuerdo de un "te amo".
Que aun está vivo, y vale la pena conservarlos.
Y por otra parte,
hay separadores con hilos de oro
adornados con pensamientos
que no dicen nada en realidad,
solo arquetipos y "frases célebres"
Y con los cuales marqué
una página de algún libro de lógica
y filosofía, o de alguna otra materia
del conocimiento humano.
Pero, pero que niega la existencia del espíritu,
o el verdadero sentido y la razón de la vida.
Los tales, es mejor tirarlos en el cesto,
lo mismo al separador que al libro.
Pero me olvidé de decirte,
solo dejé mi labor de limpieza por un rato,
para decirte que te pienso,
que te extraño y que te amo.
Tres cosas que no tienen tiempo
ni inflexión verbal.
Son como la misma eternidad,
sin tiempo.
Son tres joyas que DIOS
puso en mi corazón para entregarte,
y que entiendas que está pendiente de ti, y yo
soy algo así como un mensajero suyo.
Y que espera que Le busques, pronto.
Bien, dado el mensaje de DIOS,
que yo lo mismo que Él siento por ti;
me voy, sin hacer mucho ruido,
con sigilo, para no interrumpir tu vida,
ni tu sueño.
Hasta más tarde…
Tu amigo.