Mis fantasmas tienen nombre, me persiguen como sombra y solo huyen con una sonrisa.
El primero de ellos se llama soledad, que en mis espacios invoca a las lagrimas profundas e hirientes.
El segundo de ellos lleva por nombre tristeza, que me invade luego de la aparicion de la soledad, que desgarra mis sentimientos con profundo dolor.
El tercero de mis fantasma no es mas que yo misma, lo descubro cuando en las noches oscuras vagan mis miradas, buscando el descanso; pero el insomnio se une a ella, encontrando en medio de esa oscuridad una luna llena inalcanzable...