En un soneto va mi esencia pura.
En un soneto es mi alma fervorosa...
Va el andar de mi senda silenciosa,
siendo para mí grata su andadura...
Verter hago en él toda la hermosura
de mi hablarte: vereda tan frondosa,
que a tu huerto lo hace flor cuán olorosa,
y en él vive la voz de tu dulzura.
Mi hablar se quedará metido en él,
vivirán los poemas del amor,
que derramo con mieles de alhelí
en versos aromados de clavel,
en versos que te esparcen el calor
tan llameado que yo siento por ti.
-salvador-