Se descuelga la mañana y tu aún duermes,
te miro, parece que tus ojos han escapado
a otro universo dónde los poetas nacen,
bailan dentro de tu cabeza.
Tu boca, tu boca calla todo lo que en unos minutos
será un simple cuento acompañado de dos cafés
y un juego existencialista para los que hablamos raro.
Espero que despiertes mientras el tiempo pasa
y aunque ya sepas que poco a poco estoy muriendo
he guardado un par de palabras en tu bolsillo
y un poco de lluvia para esos días de fuego.