He resuelto dar un giro a mi vida.
Me he propuesto no vivir de recuerdos y
dejar ir a mis muertos.
No vale lamentarse de lo que pudo haber sido y no fue.
Tengo que darle sentido a mi existir.
Para qué añorar a mi primer amor si
repentinamente vino la muerte y me lo arrebató.
Debo contentarme con saber que
nadie me ha querido como él.
Por qué sufrir por el otro amor que
desde el principio me engañó.
Me colmó, sí, de ardientes caricias pero
dejó en mi imborrables cicatrices.
Debo aprender a sujetar mi imaginación,
a contener mi ilusión, a priorizar la razón
ante lo que dicta el corazón?
Será acaso que la edad me está
haciendo perder la cordura?
Loca estaria si no despertara cada día con
la ilusión que un "alguien" entrará en mi vida.
Si no soñara cada noche con tener una
casita muy junto al mar.
Si no imaginara encontrar esa mirada que
el alma llevara reflejada.
Finalmente he decidido que antes de dar
por muerto a mi corazón prefiero perder la razón.