Le he puesto tanta atención
a tus labios
que he llegado a creer
haber descubierto
el continente
donde los árboles
crecen llenos de
los jugosos frutos
de los sueños y el deseo.
Desde esta barca
lejana he estudiado
su geografía,
sus depreciones
y elevaciones
que en delicada cordillera
se deslizan en la ternura
de tu rostro.
He divisado
nacientes de agua pura,
aguas manzas
y aguas turbulentas,
cálidas como el trópico
y abundantes como el Amazonas
aguas que despiertan la sed
de mi boca.
Sigo navegando
siempre de lejos,
miro el horizonte
y nuevamente
figuran tus labios.
contra corriente
viajo al norte o al sur,
hacia el este
cada amanecer,
hacia el oeste
cada atardecer.
Le he puesto tanta atención
a tus labios,
que he llegado a creer
haber descubierto
el océano
donde desembocan
todos los poemas,
a veces dulces
como la caña,
y otras veces
amargos
como el silencio.
sigo navegando
siempre de lejos,
miro el horizonte
y nuevamente
figuran tus labios
como ínsula utópica
de sentimientos.
Le he puesto tanta atención
a tus labios,
que he llegado a sentirme
enamorado,
con la certeza
siempre viva,
de que jamás les podré
conquistar un
beso.