Gracias te doy oh Dios mío
por las cosas que me das
Por la vida que me ofreces
y por tu sencilla amistad.
Gracias a ti por dejarme
alcanzar el pedestal
del trabajo y el esfuerzo
de la labor material.
Gracias mi Dios por tu aliento
en el momento tribial
de sentir débil el alma
sin amor ni caridad.
Gracias, oh sí, mil veces gracias
te ofrezco a ti mi creador
Aunque nada más te ofrezca,
aquí está mi corazón.