Saque la espina clavada
que tenía en mi corazón,
note un ligero pinchazo
y desapareció el dolor.
Ahora estoy desnuda
sin nada con que cubrirme,
noto cada instante de la vida
sin tener que arrepentirme.
Soy viento con rumbo fijo
tierra buscando camino,
soy como una luz
fijada en todos los sitios.
Ya no necesito la sombra
para cobijar mis heridas,
sanará en mis sentimientos
cicatrizarán con la vida.
Sigue loco el corazón
aunque aún ritmo diferente,
acoplado al pensamiento
y viviendo lo presente.
Ya no hay muros que derribar,
ya no hay círculos cerrados,
ya no existe la oscuridad
aunque mis ojos estén cegados.