Bajo un cielo estrellado y con la luna como testigos disfrutando del color y olor de las flores donde tus preferidas eran las rosas nos encontramos en el preciso momento que nuestras almas pedían a grito el calor de la pasión sin importarnos, nada bailamos de alegría frente a la luz que la luna le roba al sol para alumbrarnos de manera romántica mientras nosotros nos apasionábamos y sin saber como llego el momento en que desnudamos nuestros cuerpos también quedando libre de todo nuestras almas y empezó la entrega pura como el agua de manantial, dulce como el panal de miel o como el chocolate que tanto te gusta, de maravillas se veía el movimiento de tus caderas al también escuchar el gemido de tu pasión.
Amor como el de esa noche estoy seguro que no existe ni existirá nunca mas solo será guardado en nuestros recuerdos como el más puro y lindo de todos. Donde hasta nuestras almas tuvieron orgasmos de de pasión