No soy ese poeta
que escribe versos
que enamoran…
ni aquel que te prometió
llevarte al alba y bañarte
en besos…
no soy el poeta
que tú soñabas y que
tanto esperabas que fuera,
yo no soy aquel que hizo
una promesa sin pensarlo
y esas pocas palabras
las cumplí y las viste
en cada pestaña entre
lagrimas que me empañan.
No soy ese poeta
que gana batallas
no soy aquel valiente
guerrero que como espada
usa sus letras en forma
de daga.
No soy aquel poeta
que dio todo por amarte
que con una lazo bajo
la luna y sembró tu nombre
No soy ese poeta
que visito tu cuerpo
con caricias en llanuras
vírgenes que no olvidas,
no fui aquel que caminó
entre sueños por la alcoba
de la pasión onírica
que despertó acariciado
de tus ansiados dedos
que como luz fuesen
alumbraron mis destino
que a oscuras bebía.
No soy ese poeta
que en sus lagrimas
flaquea y atemorizan
el corazón duro y sarcástico
que necesita de la mirada
del día y sonrisa de noche
menos aquel que compartió
un momento cuando me sentía solo,
cuando casi muerto yo no fui ese
que curó alas quebradas,
tampoco vendé heridas abiertas
solo fui en tu vida aquel poeta
que te dio el sentido de amar
sin mis letras…
No soy ese poeta
disfrazado de Neruda
con la pluma de Benedetti
que construye un barco para navegar,
yo no soy el que vivirá
para siempre en tu silueta
ni el que llegará hasta
el final de la fuerza,
yo no soy ese poeta
que como un perturbado Quijote
que te elegirá como princesa
de un mundo raro y perturbado
molinos de seda.
Yo no soy ese Poeta
pero soy el hombre
que ama tu existencia
sabes por qué…
Porque tú tienes quien
te escriba versos
quien te lleve a mares
de orquídeas, quien
construye castillos de tus
venas… y tú lo amas a él…
yo solo soy el azar en el cual
si te equivocas vuelves a empezar,
y si pierdes no importa,
simplemente no soy poeta
y no podré ganar.
Yo no soy poeta
que pueda hacerte feliz
no puedo escribir
tiempos de pasión
o de locura pero ahí
se queda todo, en una hoja
en un punto nada más.
Yo soy ese hombre
predestinado a un mundo paralelo
y distante solo mirando tu valle
que recorro con mis manos solo
y ahora que sabes que soy real,
un soplo del viento en un beso
permanente como única excusa
que pones para irte ahora porque
no soy el poeta que llenará tu vacío
ni ese que te contempla porque eres bella.
Yo no soy quien te ve así dentro del espejo
roto solo te veo como agua que calma mi sed
y por eso ahora me dices adiós no eres
Poeta.