Hoy al ver tu mirar silencioso, un arrebato pasional intenso
por el gallardo amanecer de un amor sincero
despertó la ardiente sensación que está en destierro.
Hoy al palpar vacía la huella de tu cuerpo hendido
en las fragantes fundas blanquecinas de mi cama
lágrimas brotaron como cristales de acongojada alma
por las estrellas ufanas
que descienden al lago sin sus versos.
Hoy al encontrar tus ansiosos labios
perfilados en las nubes juguetonas
del infinito azul del firmamento
atrapé los besos que el horizonte desparrama
cuando la mar embravecida brama.
Hoy al recordar tu corazón de caballero enardecido
lágrimas de anhelo por el amor perdido
trajo el recuerdo de un ocaso compartido en velo.
Hoy al verte en el recuerdo de mi iluso mundo
comprendí que deliraba mi débil mente
porque ya no distingo entre lo real e imaginario
del fantasioso mundo que atormenta mi recuerdo.
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