Mi vida sólo estará completa
cuando el amor de mi poesía
en una tarde de primavera
se haga en ti una melodía.
Mi sueño será real,
mi mundo podrá vivir
cuando sienta descansar
todo tu amor en mí.
Mi vida, deja que cuide de ti,
tendré tantas tardes para los dos
y sabré como hacerte feliz
con una sóla caricia de mar y sol.
Niño, te juro que he luchado
contra este intenso sentir,
que a mi pecho va aferrado
apoderándose de mí...
de toda mi inspiración,
de mis sueños de nieve
que aguardan por tu amor
y... sólo si tú quieres...
para darte toda mi vida,
mi corazón, toda mi ternura,
yo voy a amarte, niño, te lo juro
como no ha hecho mujer alguna.
Niño bonito, toca tu canción,
y derrama tu claro de luna,
toda tu inocencia, tu ilusión,
toda esa tímida hermosura.
Ven, derrámate sobre mi corazón
que yo... toda tuya...
toda tuya, niño mío, ya soy.
Ceci Ailín