QUIZÁS ME HABÍAS EMPEZADO A GUSTAR
PERO NO SÉ QUE PASÓ...
DE REPENTE TE EMPECÉ A ODIAR.
QUIZÁ SEA POR TU MODO DE SER,
POR QUERER BRILLAR COMO EL SOL
Y SOLAMENTE SER
EL BRILLO DE UNA ESTRELLA.
POR SER REBELDE
Y CAPRICHOSO COMO UN NIÑO,
POR QUERER SER
MÁS QUE LOS DEMÁS,
POR QUERER DEMOSTRAR UN SENTIMIENTO
QUE ESTABA MUY LEJOS DE SER SENTIDO.
POR SER TERRIBLENTE CELOSO,
ENGREÍDO Y VANIDOSO.
QUIZÁS...
SI HUBIESES TRATADO DE CAMBIAR,
TE HUBIESE QUERIDO UN POCO,
PERO NO LO HICISTES,
POR ESO TE EMPECÉ A ODIAR.
POR SER ASÍ...
SIMPLENTE ASÍ...
UN SER DESPRECIABLE Y ORGULLOSO.