Las gentes que no aguanto
son aquellos seres vacíos
que viven al ritmo que les tocan
y cantan lo que el jefe quiere oír.
Las gentes que no aguanto
confunden delito con deleite
y cuando de gozar a llegado el momento
tienen un miedo idiota de bailar con la muerte.
Los seres que inaguantables en el mundo son:
Los que a diario se alimentan de la formalidad;
le llaman libertinaje a la bella libertad
y antes de un loco sueño se inclinan
por la turbia serenidad.
Los seres que no aguanto
no se acuestan en el piso,
y en las calles nunca orinan,
son abstemios ante el “probar”,
cuidan su apariencia cundo caminan,
y por asco usan la lengua solo para hablar.
Las gentes que no aguanto
aunque por ahora no los nombro aquí,
me miran levantando el hombro,
y me tienen por inaguantable a mi…