Que maravilloso fue enamorarme de ti
con esa mezcla de fervor adolescente y
con la pasión que sólo en la madurez se puede sentir.
Fue tan fácil dejarse atrapar por tus palabras que
ni siquiera necesité conocerte para quererte.
Qué nació primero, la seducción o el deseo?,
qué importa ya si todo fue una ilusión.
Fue el sueño más real que la vida me regaló,
como un simple galanteo comenzó y
con la verdad más pura terminó.
Todo lo que de ti había imaginado
con tu confesión lo has confirmado.
Eres ese hidalgo caballero con el que
siempre he soñado: un honesto y ardiente enamorado.
De mil maneras te imaginé y
de cada una de ellas me enamoré.
Otra vez me dejé llevar como las olas del mar,
a sabiendas que el amor se encuentra,
no hay que irlo a buscar.
Si antes te quería, ahora te amo más todavía.
Si hoy mis ojos se nublaron no fue sólo porque te perdía,
mis lágrimas también fueron de alegría
porque ahora se que otros brazos te darán calor,
que has encontrado nuevamente el amor...