¿No sabes todavía que siempre vas en mi interior?,
En esta travesía que la vida, privilegiada me reservó,
Observando los paisajes tras la ventana,
Esa, tu intensa mirada, que un día en mí se fijó.
Escalofríos recorren mi cuerpo,
Erupción de dulce cercanía, de aroma y calor.
Tus brazos me encierran, suspiro,
Prisionera consentida que encuentra cobijo.
Tu existencia es refugio de intrínseca emoción,
Paz, tranquilidad y energía en el corazón,
Nacida de intenso y dulce amor,
Del que fluye corriente de ardorosa pasión.
MARTA DORESTE