Noche, recurro a ti,
como mis hermanos lo hacen tambien.
Obscuridad, guardiana de sentimientos
ajenos, y de los mios tambien.
Frialdad que se deja en el dia
para dar paso a la calidez de tu luz nocturnal.
Gatos de hermosos ojos en busca de su presa.
La noche que, abriga a los poetas perdidos,
que han esperanzado sus palabras en ti,
y la obscuridad amante tuya,
y alejada de vanales viciones.
Negra noche, obscuridad,
lentamente caes sobre mi,
sobre ellos,
los poetas enfermos de sentimientos, que,
de vez, en vez, te ocupan para abrazarte,
y susurrarte en la lejania de sus amores,
sus canciones.
Luna mia,
y de mis hermanos,
confidente y complice,
de amores del ayer y del mañana.
Y los cantos,
que sonoros se avistan
del alma luz del amor,
que brilla como lucero
en tus entrañas,
y arrancandolas,
de las barbaries humanas,
vivie ahi,
dentro de ti,
solo esperanzada a esperadlos,
a ellos, a los poetas nocturnales.