Relámpagos de furia, e injuria por callar lo que gritaba el alma
Y resguardar en el zaguán del olvido,
Lo que alimentaba mis furtivos deseos de verte,
Un TE QUIERO…
Ese te quiero que me negué a aceptar,
Un te quiero que me basto con ocultar.
Es ese mismo te quiero el que me tortura,
Y me hace dueña de las tunas de la rosa
Del pasado.
Un pasado ahora ajeno, Antes muy nuestro,
Y del que ya no tengo más que un vago recuerdo,
Que me calcina, domina, maltrata,
Enluta, marca, hiere….
Y es ese recuerdo el que me dice,
Que ahora que le perteneces a la nada o a un todo,
Debí decir en su momento,
Lo que calle y llevé muy dentro: TE QUIERO