Y llegará el fin de semana donde nada recuerdas
(nada soy para ti)
Yo en cambio conozco tu sombra
que se pasea turbia
sobre mis dedos fríos
tú no me conoces
soy simplemente como el amanecer
sobre tu busto tibio…
Concluir el viernes
con una copa de (buen) vino
con un beso desconocido
un tabaco que se consume
y despertar al olvido:
¡Digamos el réquiem por el año que termina¡
-dijo el poeta-
Quizás tenga que aumentarle a ese rezo
el olvido que se acerca.
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Sergio Jacobo “elpoetairreverente”