Como un pez veloz y cortante,
viajó en vaivenes mi amor de espada.
Huyó con sus cadenas de piel oxidada
y fiera determinación de águila errante.
Lo vieron subirse a una barca
en las arenas del desierto,
vestido con ropa de marca
y a la espalda cargando un muerto.
Viaja y viaja cantando
sonetos de guerras y condena.
Dormirá al raso mirando
doncellas en cada colmena.